sábado, 9 de febrero de 2013

Máxima velocidad.

Íbamos en un auto, eras todos y no eras nadie. Como en la película Speed, no podíamos frenar, aunque si lo pienso bien no había bombas ni velocidad que superar. Nadie iba a explotar, pero no podíamos frenar y vos querías hacer funcionar el airbag (no sabíamos siquiera si el auto tenía eso) antes del impacto, estabas seguro que así sufriríamos menos... la idea era sufrir poco porque sabíamos que igual nos íbamos a morir. El auto iba y venía a toda velocidad y no sabíamos si gritar, llorar, reír, o qué, la muerte era inevitable, à quoi bon de andar penando.

Es entonces cuando me puse a llorar, la angustia se apoderó del sueño y yo era todo llanto. No hubo impacto ni cabezas rotas ni gente saliendo por el parabrisas, sólo un inmenso dolor porque sabíamos que ya estábamos muertos, no sabemos cómo, pero era así. Lo sabía. Y lloraba. Y así me desperté, llorando. No iba a ver a nadie nunca más, no te iba a ver más. Más llanto.

En los Sueños by Catupecu Machu on Grooveshark