lunes, 15 de agosto de 2016

¿Y ahora?

Hace un par de semanas pasé a visitar a mi papá y le conté un sueño que tuve, bastante tonto, en el que había tomado unas horas en primaria pero los horarios no eran compatibles, yo miraba horarios y cómo ir en tiempo récord de un lugar a otro. Era un sueño/sketch de programa cómico. Pasos de comedia. 
También le conté que en otro momento de ese sueño cruzaba una calle, como en medio de un bosque y me caía, me desplomaba. No me tropezaba, simplemente me dejaba caer y el cuerpo no atinaba a nada, caía. En el sueño no quería que nadie se entere de lo que pasó porque se iban a preocupar y yo todavía no sabía cómo hacer para ir de un colegio a otro.
Nos reímos un poco, tomamos algún café y mi papá me preguntó si yo seguía escribiendo mis sueños. 
Me di cuenta de que hacía mucho no escribía pero que además él hablaba de tiempos en los que este espacio no existía y yo tenía una libretita y escribía casi todas las mañanas alguna cosa. A veces no parecía, pero mi papá se acordaba de todo.

"Hace rato que no escribo...", le dije, y él me miró con cierta tristeza. 

Y eso que mi papá nunca me leyó.   

Hace una semana soñaba con mi papá cuando me llamó mi hermana para decirme que mi papá "se fue, nomás".


jueves, 7 de enero de 2016

Trouble du sommeil

Antes de estar en la puerta de una iglesia salvando a un pescado diminuto que saltaba afuera de su minipecera, antes de revisar esa ropa vieja tirada en la calle, todos pulloveres, qué horror, con este calor. Antes de eso y otras cosas que seguro no recuerdo estabas en mi casa. O yo estaba en la tuya. Es lo de menos. Nos dijimos muchas cosas pero no nos abrazamos, no con nuestros brazos.

Soñando lloré porque me sabía en un sueño y no quería despertar.

O quería despertar.

Soñando me pregunté si estaría llorando fuera del sueño, tan real el llanto, tan sincero, tan doloroso. Pero no quería que nadie me escuche llorar por vos. 

Otra vez.