miércoles, 24 de marzo de 2010

Goodnight, I say to you, goodnight

Que sueñen con los angelitos, yo me voy de acá.

¡Salud!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cuesta abajo...

Estoy en el dentista, es una chica con rulos y pelo largo, negro... antes de atenderme hay un nene pequeñito al que le saco todos los dientes asi le crecen los nuevos ¿?. A mí me hizo lo mismo, con una pinza me arrancó todos de un tirón y "mientras crecen los nuevos" me puso, con alguna pasta, otros dientes. Cuando está terminando me dice que si llego a tener algún problema que vaya sólo con ella. Enseguida me doy uenta de que a mí ya se me cayeron los de leche y me sacó mis dientes definitivos, entonces se lo digo "¡pero a mí ya se me habían caido!". Entonces, nerviosa, me dice que no vaya a hablar con el padre, porque se iba a enojar. Empieza una serie de gritos y peleas, cuchillos y otros objetos voladores. Película de miedo. La dentista asesina! Mamá estaba esperando en la sala de espera y le cuento. Encierro a la dentista en un baño, ella intenta escapar por una ventana. Yo al final me escapo por las escaleras. Ocho pisos por escalera. Cuando llego abajo voy corriendo, llorando, gritando, busco a la policía, algún taxi. Hay una cola enorme de taxis pero hay cola también de gente y no quieren llevarme. Les explico pero no me hacen caso. Me encuentro con Pototot y su novia, les uento qué pasó pero ni se mosquean, les digo que tienen a madre, que seguro le hizo algo, la mató, la va a matar... si le hizo algo a mamá la mato?, siguen sin ayudame, no quieren ir a buscar a mamá, yo en el fondo sé que ya le hizo algo y no puedo parar de llorar. Angustia!

Cuesta arriba...

En algún momento Sara me dice que sea guía de unos turistas en bicicleta, ¡claro que sí! aunque ni sabría de qué hablarles. Nos detenemos un momento, hablo del sol, que pronto nos atacará. Llegan unos rezagados que se quedaron dormidos. Les cuento de la Cuesta de Lipán mientras se nubla un poco y de una nube que tendrá mi altura y está cerca del piso se ve que lleva dentro una tormenta eléctrica. Imaginen una columna de nube gris, con muchos relámpagos en su interior. Era fascinante, aunque nos daba miedo que se acercara. Lo hizo, pero pronto se desintegró y retomamos las bicis. Me doy cuenta que me confundí de cuesta "la que va a Cachi es la Cuesta del Obispo" (ven que no podía hacerlo...). Por suerte el camino ahora es cuesta abajo!!