miércoles, 22 de mayo de 2013

Condensación y desplazamiento 2

Temprano me divertí humillando cubanos en una competencia desleal sobre viajes y patrimonios de la humanidad declarados por la UNESCO. Nuestro anfitrión intentó -con éxito- detenerme al preguntar en cuántos de esos lugares habíamos tenido relaciones sexuales (4, pero no corresponde hacer quedar mal al dueño de casa), me retiré sin más. Imagínense que no puedo soportar que hablen de sexo hors mariage en lugares sagrados... 

Más tarde, bastante más tarde, antes de ir a dormir, te mandé un mensaje.

Cuando te volví a encontrar me dijiste de ir a tomar algo, bien, me gusta ir a tomar algo. Estábamos con unas amigas tuyas, macanudas, charla y cerveza. Se va una y con otra decidimos ir a bailar los tres... ¿¡a bailar!? esas cosas sólo en sueños. Que conocen un boliche que esta bueno, ok, je suis partante.
La última amiga que quedaba decide regresar a su casa a mitad de camino, ¿qué hacemos? ¿te parece ir a bailar? de vos no me extrañaría, pero viste que no es mucho mi estilo... igual, ya sabemos como termina esto, sólo tenemos que encontrar un lugar y...  

¿Nunca te conté de cuando entrábamos a la catedral por los andamios de cuando estaban haciendo las torres? ¿posta? Es por acá...

No terminamos de sacarnos la ropa en algún altar que se abren las puertas y oh-oh ¡el castigo de algún dios! entra una horda de turistas, parece que es hora de una visita guiada. No sabemos dónde dejamos nada, "disimulá", le dije, "sumate a la visita", me mira con cara de "¿estás hablando en serio?". Si, y medio en bolas caminamos como si nada entre un montón de gente mientras mirábamos aquí y allá buscando nuestras pertenencias, te perdí en la multitud, yo no paraba de reírme ¡encontré una remera! 
Un viejo me mira inquisidoramente "¡qué!", le digo... como si usted nunca... 

El final no fue mucho más digno, pero es para otro día. 
Cuando me desperté todavía me reía...





No hay comentarios:

Publicar un comentario