lunes, 20 de agosto de 2012

Engaña.

Mi cerebro me engaña. Me hace olvidar cosas importantes sobre la mesa o en lugares a los que ya no voy a volver. Me hace cambiar los nombres de objetos y personas, me cambia las palabras de lugar... Me hace creer cosas que no son y las que sí son, pues las deja de lado...

Me hace creer que voy a recordar el sueño del que acabo de despertarme y cuando me distraigo, me lo roba arteramente.

Pero eso no es lo peor que me hace -para los que nos gusta dormir, soñar y contar cosas que a nadie le importan, como los sueños, esto es una de las mayores traiciones- lo peor es que no me los roba del todo, porque si así fuera, pues me levanto sin más, sin nada que contar. Pero no. El muy maldito me deja una pista, una imagen, una palabra, una sensación dando vueltas en la mañana (en la mayoría de los casos) y me hace creer que me voy a acordar. Entonces corro detrás de esa imagen, persigo esa sensación pero, cual Dorita detrás de su casa en Kansas, la veo irse para nunca más volver... y ahí estoy perdida yo, en la mañana (en la mayoría de los casos), confundida. Sin mi perro Toto (algo que Dorita y yo teníamos también en común).

Esta mañana fue el mar. Estoy parada frente al mar. Y me quedo mirando, los pies en la arena. 

Engaña by Gustavo Cerati on Grooveshark


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