Entonces ya en la cama, cada vez más cerca del modo apagado de cerebro veo su mensaje, empieza con un desprolijo "Jajajaja" y sigue diciendo "ok, que el lunes... " pero no puedo seguir, el lunes... las letras se desdibujan, ¿el lunes qué? No importa, lo veo cuando me levanto, parece que el sueño no me deja seguir... la "horita", fue una hora y media.
Me despierto, miro el teléfonito... mensaje de Anita la Huerfanita, que cómo me baila. Reviso... pero yo leí... ¿en la compu? Mmmmnada... ¡Entonces el lunes nada!
¡Que viva la sieste!
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