jueves, 20 de septiembre de 2012

Casa nueva, sueños nuevos...

Anoche dormí en mi habitación nueva. Anoche, antes de irme a dormir, charlé un poco con quien está en mi habitación vieja y me tomé una cerveza o dos... A mitad de la noche, naturalmente, me desperté con sed. También con ganas de ir al baño. 
En este lugar donde está mi habitación nueva, el baño se comparte con gente de otras habitaciones, seguramente también nuevas para ellos. 
La cosa es que tenía que ir al baño.
Hace unos días había leído que había que cerrar siempre las puertas de las habitaciones con llave, por seguridad. Incluso al ir al baño.
Entonces me puse las pantuflas, agarré la llave y salí. Cuando estoy por cerrar me doy cuenta que hay cinco cerraduras, qué raro... bueno, las cierro una a una (quién me conoce me sabe exagerada pero no paranóica, no me pregunten por qué...), el edificio es un poco viejo y todo hace un poco de ruido... una, dos, tres... cinco llaves...

"¡No! ¡Me olvidé el papel!"

Oootra vez a abrir las cinco cerraduras (no hay papel en el baño, cada cual lo tiene en su cuarto (!!!)). Todo esto de madrugada, con los pisos que rechinan, las cerraduras sin lubricar y mi culpa por el ruido... entonces sale una chica de una habitación, como loca, que qué es ese ruido, que la despertamos (de golpe había alguien más en el pasillo) y una sarta de puteadas más, yo con mi sueño y mi culpa excusándome en algún idioma que no es el mío ni el de ella y con ganas de hacer pis.

Menos mal que me desperté (y que la cerradura volvió a ser una sola), sino, además de engranarme con la piba esa, me iba a hacer pis en la cama.


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