Anoche (más bien esta madrugada, diría yo), fue una noche agitada:
Estuve en un concurso donde uno de los juegos consistía en sostener una aceituna a cada lado de un pedazo queso, a veces era gigante, a veces miniatura. No entendía bien, no sé quién gano.
Después estuve tratando de robar la llave de la cocina de algún lugar de ricos ser hacer tipo Robin Hood y darle de comer a los pobres. El problema no era robarla, Éso era muy fácil, el problema era volver a dejarla ahí sin que se den cuenta.
Mi mamá me pide que haga la masa para una especie de tarta. Para mí que hay que hacer más y que no va a alcanzar, ella insiste en que está bien. Por un momento la pierdo (a la masa) y paso mucho mucho tiempo buscándola...
(¿soy yo o en todos mis sueños de esta noche hay comida?)
Estoy en la calle y veo una pareja. Son mi hermano y su novia, van a hacer "la locura" esa de película norteamericana y se van a casar ya ya ya. Es medianoche y están en una calle de adoquines ondulada, buscan ¡pero esto no es Las Vegas, chicos! Encuentran una iglesia abierta. ¡Una iglesia! ¿De verdad van a casarse ahí? Estoy indignada y me niego a participar, imagínense. Con lo que no me copan el matrimonio ni la iglesia, ¡los dos en uno!
Apenas después de la ceremonia, en la que no sé por qué había tanta gente si no habían invitado a nadie y era tan tarde, mi hermano está preocupado por la fiesta... por la comida de la fiesta. ¿Mi hermano esta preocupado por la comida de la fiesta?
Ahí entiendo todo. Mejor me levanto a almorzar.
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